DE ROMA AL SIGLO XV

NOTAS SOBRE LOS QUIROGA, SEÑORES DE MONTEFURADO

La historia de Montefurado está unida a la familia de los Quiroga de cuyo coto fueron señores junto con el de Viloria. Apuntaremos aquí algunos datos sobre esta familia y su relación con Montefurado.

ORÍGENES
Según la leyenda los Quiroga descienden de un caballero que defendió el valle del mismo nombre contra la entrada de los moros en el año 715 utilizando estacas de madera con punta de hierro lo que motivó que este sea uno de los emblemas de su escudo. En el libro "Blasones y linajes de Galcia" Crespo Soto muestra siete posibles variantes de este escudo.



El primer Quiroga documentado es Vasco de Quiroga Vasco Pérez de Quiroga casado con Doña Urraca de Temes y enterrado en la abadía de Torbeo (Castro Caldelas). La inscripción de su tumba dice así:
"Aqui iaz el bon Quiroga, Home rico de Castilla foi mui humilde e caritatiuo Que a ninguen deijou morer de fame. Requiescat in pace". Muchos de sus descendientes tomaron los hábitos de diversas órdenes militares una de cuyas ramas fué la de Montefurado.

Don Diego de Quiroga I, señor de San Miguel de Montefurado actúa como testigo en el testamento otorgado en 1531 por Doña Berenguela de Ribadeneira viuda de Pedro Díaz de Cadórniga señores de Val de Conso. Tuvo dos hijos, Rodrigo y García de Quiroga.

Don Rodrigo de Quiroga Ribadeneira, hijo mayor del anterior. En 1583 se titula señor de la Granja de Ribeira, de los cotos de S. Cristobo de Vilarmiel y de la Ribera, tierras, villa y jurisdicción de San Miguel de Montefurado y señor de Sonar. Se casó en 1585 con Doña Juana de Zúñiga Villamarín. Tras una serie de pleitos que pierde contra su hermano el coto de Montefurado pasa a manos de García. Muere sin sucesores en 1619

Don Garcia de Quiroga Ribadeneira hereda los bienes de su hermano. Percibía como patrón del curato de San Miguel de Montefurado 6 fanegas de centeno, 24 cuartas de vino, y 600 maravedís cada año. El coto de Montefurado fué objeto de un litigio el 19-02-1619. Se casa con Ana de Valcarcel de la que tuvo un hijo, Diego. Fallece el 28 de agosto de 1619

Don Diego II de Quiroga Ribadeneira. En 1592 o 1593 se promete en matrimonio con Antonia de Losada y por razones desconocidas se anula dejando escrito con desprecio su madre Doña María de Losada "en lo que toca a cierto casamiento que se hizo entre mi hija y Diego de Quiroga Ribadeneira, hijo de Antonio de Andrada, haciendo el sobredicho escritura en forma de que en heredando pagará lo que ha llevado que está firmado de su nombre en un libro mío le pagará las arras que ansi le mando o al menos que no presentará la abadía de San Miguel si vacase en su tiempo, sino con alguno de mis hijos o quien de nuestra parte fuese nombrado para ella haciendo esto la muchacha se aparte del casamiento que se vaya con Dios".
Don Diego contaba ya con un importante patrimonio por lo que en 1646 solicita al obispo de Astorga poder vincular  junto con los demás bienes el derecho de patronato de la iglesia de San Miguel de Montefurado a lo que el obispo accede siempre que demuestre ese derecho. Cinco años después, en 1651 muere Don Diego dejando de su primera mujer (Doña Anastasia) a Andrés en las Indias, a Francisco abad de Montefurado y a Diego; de la segunda (Doña Ana de Gayoso Salgado) a José, Jerónimo cura de Montefurado, Juan y Antonio; de la tercera (Maria de Losada Somoza) no tuvo familia.

Don Francisco de Quiroga Losada Ribadeneira abad de Montefurado. El 22 de febrero de 1666 ees presentado cura de San Miguel de Montefurado dando poder a su hermano José para que traspase todos los derechos que tenía al cobro de diezmos y  de la parroquia y sus anexos desde el día del fallecimiento del último cura Don Arias de Losada a Don Antonio de Lemos. Debió de morir por esas fechas ya que  en el mes de noviembre era ya nuevo cura de Montefurado el Licenciado Augusto Nuñez Barba.

Don Diego III de Quiroga Ribadeneira. Hermano de Don Francisco se hace cargo de las tierras. Se casa en primeras nupcias con Doña  Maria de Quiroga y Losada. El 7 de julio de 1655 Don Diego debía estar en apuros pues le vende al tío de su mujer la dote aprobando ésta la venta. El 3 de abril de 1661 era cabo de las Compañías de Milicias de Valdeorras y Manzaneda y vecino de Viloria. En 1690 preocupado por el buen gobierno nombra juez de residencia y ordinario en la villa y jurisdicción de Montefurado al avogado licenciado Don Francisco Enríquez de Bóveda. Enfermo de gota hace testamento el 23 de junio de 1696 disponiendo que lo entierren en la iglesia de San Mar´tiño de Viloria y que se digan 1500 misas, que se vista a 12 pobres cada uno con 12 varas de tela parda y se pongan sobre su sepultura 4 velas de cera, cada una de tres libras.

Don José de Quiroga Salgado de Gayoso. Es el primogénito del segundo matrimonio de Don Diego. Llevó a la casa grande de Viloria a su mayor esplendor aunque de una manera poco ortodoxa. Las inversiones patrimoniales y su actividad política le llevarán a a disponer de un grandísimo capital y con su presencia en el ayuntamiento le sería fácil orientar la política económica hacia sus intereses privados. En 1658, soltero y con 22 años ya disponía de una buena cantidad de dinero permitiendose hacer préstamos a altos personajes de la época. En 1661 era correjidor de Valdeorras y contrae matrimonio con Doña Beatriz de Valcarce y Prado siendo menores los dos de 25 años. De este matrimonio que durará poco nacerá Doña Beatriz de Valcarce que profesaría en el convento de la Concepción en Ponferrada. Su patrimonio sigue ascendiendo imparable. Beatriz debe morir pronto pues se casa en segundas nupcias con Doña Fabiana de Valcarce Villagroy. Son abundantes los documentos de conpras, ventas, alquileres y prestamos en los años sucesivos aumentando su patrimonio. En 1693 su primogénito D. Diego de Quiroga y Valcarce ingresa en la Orden Militar de Santiago.

Don Diego IV Antonio de Quiroga Valcarce Ribadeneira. Se casó en 1697 con la hija de los condes de Naba y su vida fué corta. En 1701 viviendo su padre se titulaba señor de Montefurado, Sobredo y Pardollán. Viven no pazo de Viloria. Fallece en 1711.

Don José Nicolás de Quiroga Ribadeneira y Nava. Hermanode Don Diego  se hace cargo de la tutoría de sus hijos y administra las tierras. Se casa con Doña Antonia Fernández, hermana de Blas Fernández, abad de Montefurado y muere en 1776. Existe un completo inventario de la casa de Viloria donde se describen todos los bienes con que contaban pormenorizados y totalmente detallado describiendo mobiliario, biblioteca con todos sus volúmenes, alimentos, etc. También describe las posesiones de Montefurado:
En Montefurado estaba una casa nueva con varias oficinas que habitaba el abad, en la plaza; otra casa  de alto y bajo que habitara el abad difunto en el atrio de la iglesia; tres "paneiras" (todavía hoy tienen ese nombre)  en una casa nueva con tierra para 150 tegas de centeno y una cántara de aceite. La casa de la cárcel y audiencia que hiciera Don Nicolás y aún estaba sin acabar, una cueva para la conservación del vino, una pesquería en el Sil (todavía hoy existe un lugar en el río llamado "pisqueira") alquilada en 160 reales, un salmón, seis jamones al año. De esta época es el catastro del Marqués de la Ensenada donde se pueden consultar más detalles es este mismo blog. En la foto inferior de 1972 donde todavía no existía la carretera N-120 marcamos la zona denominada "pisqueira" que más tarde sería utilizada como vertedero incontrolado y hoy con el remanso muerto del ría tapada por la vegetación. No se aprecian restos de construcciones por lo que suponemos que serían construcciones de madera.


Don José Diego sucede a su padre pero muere pronto en 1790.

Don Diego V Antonio Quiroga y Nava. Era señor de Montefurado en 1791 sucediendo a su hermano Don José Diego y bajo el curato de Don Blas Fernández abad de Montefurado pero también muere pronto en 1792. Muere en Julio de 1792 estando casado con Doña Mª Luisa Pardo con la que tuvo una hija que lo sobrevivió 24 días hecho que dió lugar a un pleito  por la herencia.

Doña Maria Francisca Javiera Quiroga y Nava Valcarce es la heredera de los bienes. Estaba casada con Don Alfonso Pertierra Argüelles, vecino de Cangas de Tineo. Muere el mismo año que su hermano Diego, 1792 dejando tres hijos de corta edad: Don José Javier Alfonso, Don Bernardo Alfonso y Don Diego.

Don José Javier Alfonso Quiroga. Don José Alfonso Florez padre de Don José Javier debido a su corta edad se hace cargo de la herencia y se ve envuelto en el centro de uno de los problemas que más historias y especulaciones ha desatado en Montefurado. Sus vasayos se niegan a pagar las rentas y foros de Montefurado y se ve obligado a atajar el problema. El 3 de abril de 1814 da poderes al procurador de la Real Audiencia para que denuncie los agravios que los vasayos de Montefurado le hicieran. El año anterior el corregidor se opusiera al cobro de las rentas que le pertenecían por los fueros. El alcalde actual que administra justicia en la misma jurisdicción, Benito Vicente con los regidores del ayuntamiento, procurador general y secretario, sólamente nombrados para desempeñar sus oficios, bajo pretexto de señorío jurisdiccional, apoderándose de una casa que tiene construida desde hace unos cuarenta años en la plaza de Montefurado, junto con otros, y además entrando tumultuosamente en la iglesia parroquial, arrancando el asiento que allí tenía como patrón fundador y destrozando con picos las inscripciones de la fachada y lateral.
El 2 de octubre responden los vasayos a la denuncia: el ex alcalde de Montefurado Don Benito Vicente, un ex regidor y el procurador general dan poder para que los defiendan en la Real Audiencia contra Don José Alfonso Pertierra, que diera querella de fuerza en Coruña, diciendo que la casa en la que ellos hacían audiencia  en la plaza de Montefurado y que también sirvió de carcel y en la que no hubo más muebles que un prisiones y un banquillo que servía de archivo y una mesa de escribir y un banco para sentarse la tenían en alquiler, siendo así que hacía más de 20 años siempre hicieran audiencia en la casa de la plaza y que sirvió de carcel. También se queja de que le sacaran el sillón del presbiterio y de pizar dos inscripciones que tenía  en el frontis y cara del mediodía de la iglesia "las que comprendían las expresiones  de señor de la jurisdicción  y eran sin duda insignias de vasallaje que son las mismas que las Cortes Generales y extraordinarias (suprema autoridad que por entonces mandaba) por decreto de 26 de mayo de 1813 determinó que los ayuntamientos quitasen y demoliesen, bien para que la silla del presbiterio ya estaba prevenido a los ayuntamientos no las permitiesen por Real Pragmática de 1745 y otra de 26 de febrero de 1760. La silla dicen, se quitó con el mayor orden y sosiego depositándola en la casa que el Pertierra tiene en Montefurado y habita el Licenciado Don Baltasar Gonzalez, su administrador, por todo lo cual es injusta la querella".
Hace testamento el 17 de abril de 1824 y muere en Villafranca.
El sillón de Don José Alfonso Florez

Don José Antonio Alfonso Quiroga Valdés. Se hace cargo de la tutoría su madre Doña María Luisa Valdés. Realiza un inventario de la casa grande de Viloria y de sus anexos en San Miguel de Montefurado donde el párroco pagaba de alquiler por las casas, paneiras, huertas, etc, 1200 reales , 24 tegas y 24 cuartas de vino y a continuación figura una relación de foreros. En 1849 los vecinos de Montefurado también se niegan a pagar el diézmo abolido y los derechos de estola al párroco Don Pedro Fernández.

La herencia de la casa y de Montefurado será dividida entre los tres hijos, Manuel, Vicente y José y con sus sucesores se desvanece  la casa de los Quiroga de Montefurado y de Viloria en múltiples ramas.
Hoy sólo nos queda el pazo de Viloria, adquirido y restaurado por la Xunta de Galcia, la iglesia de Montefurado y poco más.

Árbol genealógico de los Quiroga