A BOCA DO MONTE - Túnel de Montefurado


Mucho se ha especulado y muchas son las leyendas sobre la "boca do monte" de Montefurado. Intentaré en este capítulo diferenciar los hechos con base histórica de los dichos y cuentos que nos relataron nuestros abuelos para intentar acercarnos a una imagen real de lo que pudo haber sido esta gran obra.

En todos los textos que he podido encontrar se coincide en que el orígen del túnel es romano, concretamente de la época de Trajano; la única referencia que he podido constatar son restos arqueológicos sobre todo de monedas de esa época en las cercanías ya que por más que se ha buscado e investigado nunca se han encontrado inscripciones que nos den una pista sobre su autoría. Sí puedo decir que la he recorrido palmo a palmo durante muchos años, tanto por el interior como por el exterior e incluso he realizado inmersiones bajo sus aguas tratando de comprobar ciertos aspectos de los que iré explicando en este apartado y que me ha quedado constancia de su veracidad.

Poco nos queda ya de su auténtico aspecto, fundamentalmente desde 1934 cuando una riada del Sil derrumbó gran parte del tunel dándole el aspecto que tiene hoy. Pero ¿para qué se construyó esta tremenda obra? La imaginación popular nos habla de la extracción de oro que por supuesto es un hecho, pero mis investigaciones me llavan a creer que "la boca del monte" era algo más que una simple desviación del río. Su forma original, sus características y su situación parecen tener una función mucho más importante.
En primer lugar debemos pensar en el paisaje de los primeros siglos y hacernos una composición de lugar:
En este esquema la línea azul representa el antiguo curso del río. Pensemos que según nos relataron nuestros mayores que vivieron antes de la construcción de los embalses era un río muy caudaloso con fuertes corrientes que más de una vida se cobraron incluso de barqueros experimentados. La linea roja indica el camino más antiguo de que se tiene constancia, todavía hoy puede recorrerse en algunos tramos. Por último la línea amarilla representaría la situación actual del túnel que coincide con la zona más estrecha de la lengua de tierra. Aquí se nos plantea el primer problema, suponiendo que como se dice el campamento romano se encontraba cerca del pueblo de Sesmil (hecho no comprobado) para llegar a las minas debían cruzar el río; esto conllevaría la construcción de un puente con el esfuerzo que supone el acarreo de piedra desde kilómetros de distancia y vencer la fuerza de un río caudaloso. El túnel soluciona ese problema. Una obra que desviara el río por ese punto permitiría cruzarlo sin peligro por encima y lo que todavía es más interesante establecería un punto de obligado paso para el posible control de la zona. Existen pruebas de que en la vertical del tunel existió una fortaleza problablemente ya de orígen romano y que controlaba el paso por encima de la boca, hablaremos de ella más adelante.

El segundo punto que nos llama la atención es la forma de la boca. En el año 2002 adquirí en un anticuario un ejemplar del mapa de la Provinvia de Lugo de 1864 realizado por Francisco Coello con notas de Pascual Madoz el cual muestra a los márgenes ocho pequeños planos con lo más característico de la provincia. Uno de estos planos representa un corte transversal, longitudinal y planta del tunel romano de Montefurado antes del derrumbamiento de 1934 en el que podem ver las siguientes peculiaridades:
1ª) La dirección del túnel no es totalmente recta sino que tiene una pequeña desviación en forma de "L" lo que nos lleva a pensar en dos posibilidades, por una parte que fuera construido así para frenar la velocidad del río o por otra y más probable que se empezara simultaneamente a perforar por las dos caras a un tiempo y que se encontraron en el punto de inflexión provocando esa pequeña desviación.
2ª) El fondo (que también está excavado en roca) que tenía una profundidad de hasta 12 metros tiene forma de cuña descendiendo suavemente en la dirección del agua y ascendiendo bruscamente a la salida de la boca.
3ª) Desde el interior de la boca partían hasta 6 galerías o cuevas de las que se desconoce su función. Hoy sólo existe una de ellas y está bajo el nivel del agua. En el plano indica que algunas estaban cegadas y otras tenían salida.
4ª) Todo el tunel estaba recorrido en su interior por unas pasarelas o resaltos de 2 pies (unos 60 cm.) a ambos lados para cruzarlo caminando hecho que se ha comprobado en diferentes inmersiones y que todavía existen bajo las aguas.
5ª) También se ha comprobado aunque no consta en el mapa que existen en diferentes puntos de las paredes restos de vigas o piezas de hierro incrustadas en la roca cada pocos metros. Su función podría ser sujetar algún tipo de cuerda o sujección para evitar caer al agua.
6ª) En el plano de planta que nos muestra el mapa vienen reflejados los restos de una fortaleza encima de la boca confirmándonos la axistencia de la misma .
7ª) Dato curioso es que los lavaderos de oro los sitúa en la cara externa de la boca (entendamos como externa la salida del río). Además nos muestra los restos de los canales que traían agua a la mina.

Si a estos datos añadimos otros restos exteriores al tunel que detallaremos después, nos hace pensar que la boca funcionaba como una gigantesca máquina de lavado de tierra. El afán por controlar la velocidad del agua, por desviarla o por provocar remolinos que afectaran a su discurrir nos da una idea de un gigantesco lavadero que funcionaba a voluntad de sus constructores y no a un simple desvío del río. Cuanto más si tenemos en cuenta que según Schultz las arenas del meandro seco no fueron removidas.
Antes de la riada de 1934 todo el meandro del río eran fértiles huertas donde se podía cultivar multitud de productos. Mi familia en concreto contaba con diversas huertas en la zona y curiosamente siempre les oí decir que "se podía cavar con una hazada de cristal sin miedo a que rompiera", es decir, la tierra estaba constituida por lodos del río tremendamente fértiles y limpios que no contenían piedras por lo que seguimos confirmando que esas tierras no fueron removidas por los romanos. La crecida de 1934 provocó el derrumbe de buana parte de la salida del tunel taponándola y haciendo que las aguas volvieran a su antiguo cauce arrasando tierras y llevándose los fértiles lodos y con ellos el trabajo de muchos vecinos de Montefurado. Despues de la riada y de que el río volviera a pasar por el túnel las tierras del antiguo cauce quedaron convertidas en pantanos y grandes charcas que hoy en día son un paraiso para la fauna.
La longitud del tunel antes de la riada sería de unos 120 metros quedando reducidos tras el derrumbe a unos 52 m.abovedados que tiene el la actualidad.

EL CASTILLO DE "A PENA DO CORVO"
Durante años escuché histórias sobre el famoso castillo que se levantaba sobre el túnel de Montefurado. Unas veces era castillo y otras era simplemente torre pero la gente mayor coincidía en que ellos recordaban unos restos de construcción con forma circular que se encontraban cruzando el antiguo camino al Hermidón. Las histórias también hablaban de cadenas que cruzaban el camino para evitar el paso, de que se debía pagar por cruzar e incluso de la ejecución de personas arrojándolas desde sus torres.
Fuera de la especulación me dediqué a investigar un poco el tema y comenzaron a salir algunos datos. En primer lugar contamos con el mapa de la Provinvia de Lugo de 1864 realizado por Francisco Coello del que hablamos con anterioridad y que ya nos muestra un "castillo arruinado" en la cima, por lo que ya teníamos algo por dónde empezar a buscar. Tras varios desplazamientos a la cima de la peña no descubrimos ningún resto. No hay muros, ni rocas con señales, ni marca alguna de construcción humana excepto las rodadas que se ven claramente en el camino excavado en roca viva y que nos delimitaban la zona. Según el mapa de Coello gran parte del castillo debió de caer con el derrumbe del tunel pero la roca sobre la que se debía de asentar la torre sigue en su lugar por lo que debería quedar algo. La búsqueda fué inútil.
El el año 2.000 adquirí un grabado de D. José Cappa publicado en el tomo XXXVIII de "La Ilustracion Española y Americana" publicada en 1877 y que reproduzco a continuación donde se aprecia claramente la torre del castillo sobre la peña.

Otro grabado que llegó a mi poder representa la otra cara del monte y en él se puede ver con mayor claridad la magnitud de la fortaleza.
Se trata de una representación de Urrabieta y Vierge fechada sobre 1870-1880 por lo que sería contemporánea de la anterior. Nótese que la boca todavía no sufrió el derrumbe de 1934
Por último en breve recibiré un tercer grabado del que todavía no tengo una buena copia pero que represento aquí en una fotografía de mala calidad:
Estos dos últimos grabados nos muestran una fortaleza considerablemente grande que no se aprecia en el primero. Ello es debido a que la mayor parte del castillo se encontraba situado en la cara de la salida del río y el primer grabado realizado desde la cara opuesta y debido a la verticalidad de la montaña no permitiría ver más que la torre que muestra.
Ahora adjunto dos fotografías sacadas recientemente desde el emplazamiento que debía tener el castillo. El ascenso es dificil y la vegetación impide el paso ya que el camino ha desaparecido practicamente en su totalidad:

Como se aprecia en estas dos fotos la visión de todo el conjunto desde la fortaleza debía ser impresionante ofreciendo una posición privilegiada a la hora de controlar el paso tanto por el río como por el camino.

EL DERRUMBE DE 1934
El 7 de noviembre de 1934 se envía una orden telegráfica al jefe de los Servicios Hidráulicos del Miño a la Dirección General de Obras Hidráulicas para que envíe personal a la zona lo más urgentemente posible para solucionar los problemas ocasionados por el derrumbe. La fuerte  crecida del río había provocado el hundimiento de la boca del tunel ocasionando un gran taponamiento de rocas de grandes dimensiones impidiendo el paso del río, desviandolo de nuevo por su antiguo cauce e inundando las tierras de labranza que allí se trabajaban. Se comienzan las obras en la marzo de 1935 pero un fuerte temporal de agua hace muy peligrosa la tarea de desescombro por lo que hasta mayo no se comienza el trabajo. Estalla la guerra y el río no vuelve a circular por la boca hasta bien entrado el año 1941.
Vista de la boca del monte desde la cima.